jueves, enero 24, 2013

Ranking de notas y PSU, alegrarse sin confundirse

Ranking de notas y PSU, alegrarse sin confundirse
 
Sin duda hay un grado de competencia que es sano en la educación. Pero el límite de esa sanidad puede traspasarse fácilmente.
La incorporación del ranking de notas obtenidas en la enseñanza media en la ponderación del puntaje PSU (prueba de selección universitaria) (1) para aquellos estudiantes que tuvieran calificaciones por sobre el promedio de su generación, es una medida que buscaba incorporar equidad al sistema de acceso a la educación superior. En vista de que a las universidades confluyen estudiantes de tres tipos de educación muy distinta (municipales, particulares subvencionados y particulares pagados), se intentaba promover una especie de nivelación, asumiendo que había que valorizar, en términos de puntaje, el lugar del alumno en relación a su promoción. Se valoraría el esfuerzo de los estudiantes en su contexto. Y resultó. En números muy pequeños, pero resultó. Hoy podemos decir que el sistema de acceso a la educación superior goza efectivamente de mayor equidad que en los años anteriores: jóvenes de menor nivel socio-económico mejoran relativamente sus puntajes de la PSU (un 73% de los estudiantes de liceos municipales y 64% de particulares subvencionados se vieron beneficiados en sus puntajes), lo cual les permite mejorar sus preferencias a la hora de postular.
Hay que estar alegres, pues este sencillo hecho puede ser semilla de cambios mucho mayores en la equidad de la educación en Chile. Ahora bien, no debemos confundirnos: hay muchos elementos inequitativos del sistema que no se tocan (dado que la naturaleza de esta política no lo perseguía), muchas dimensiones de la formación de quienes ingresan con menos herramientas que sus pares, que deberán ser abordadas, y muchas preguntas que las comunidades escolares deberán saber reflexionar a partir de este ranking de notas. Algunas breves reflexiones de estas tres consideraciones.
Con respecto a lo que no se mueve en términos de in-equidad del sistema, hay que reparar en que el ranking ataca la inequidad a nivel del ingreso al sistema. Sin embargo, sabemos que el ranking consiste sólo en una parte del sistema. La preparación remota al ingreso (la educación pre-escolar, la primaria y la secundaria), y la mantención y salida del sistema de educación superior son también objeto de in-equidades que es necesario que sean abordadas si queremos de verdad tener un sistema del cual sentirnos orgullosos. Por otra parte, tampoco se agrega calidad al sistema educativo con esta medida. Ni al escolar, ni al superior.
En segundo lugar, aparece un tema muy abordado por instituciones que se han adelantado a esta medida promoviendo la modalidad del Propedéutico (2) para el ingreso a universidades: la asimetría de capital cultural y sobre todo social, entre quienes provienen de la educación pública y parte de la educación particular subvencionada, por una parte, y quienes provienen normalmente de la educación particular pagada, por otra. Una cosa es la nivelación de acceso. Otra muy distinta es adentro, donde dadas estas asimetrías, la desmotivación y la deserción están a la vuelta de la esquina. No se puede apostar a una resiliencia igualmente repartida. Es un tema del cual hacerse cargo. ¿Estarán dispuestas las universidades a invertir considerablemente más (acompañar y gastar más), en alumnos que seguramente serán más difíciles de educar?
Finalmente, en lo que toca a las comunidades escolares, éstas deberán asumir, además, un tema nuevo que este mecanismo incorpora: el nivel de competencia al interior de las instituciones. Fácilmente, estimo, un estudiante puede pasar de una legítima y valorable situación de querer superarse en sus notas, a una situación de competencia entre compañeros. También ocurrirá algo similar a nivel de los profesores de los estudiantes que estarán sobre el promedio de la generación y los que queden bajo él. Se toca aquí un punto capital: el para qué de una institución escolar. Sin duda hay un grado de competencia que es sano en la educación. Pero el límite de esa sanidad puede traspasarse fácilmente. Es importante que las comunidades puedan resolver, con criterios de realidad (legítimas aspiraciones de futuro laboral de los estudiantes), pero también con la visión del sentido de la educación, cómo manejar esta novedosa herramienta del sistema de educación superior.
(1) Prueba estandarizada de lenguaje, matemática, ciencias e historia rendida al finalizar los doce años de educación primaria y secundaria obligatoria, con el objeto de normar la admisión a la educación superior en Chile.
(2) Sistema de acceso a la universidad mediante la participación de estudiantes de tercero y cuarto medio (de bajo nivel socio-económico) en talleres de distintas asignaturas durante dos años. Es administrado por la universidad interesada. Los alumnos de mejor rendimiento, pueden ingresar a la universidad sin estar sujetos al régimen de la PSU.
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Cristóbal es jesuita, sociólogo de la UAH, estudia teología en la P. Universidad Católica de Chile y colabora en Infocap. Artículo publicado en Territorio Abierto, http://territorioabierto.jesuitas.cl/

martes, enero 22, 2013

EL AÑO DE LA FE Y LOS MEDIOS SOCIALES: 10 CONSEJOS

EL AÑO DE LA FE Y LOS MEDIOS SOCIALES: 10 CONSEJOS
El Año de la Fe no puede ser una emoción pasajera. Debe ser un acontecimiento transformador, que marca un antes y un después. Y se tiene que notar en tu perfil en las redes sociales. En este post repasamos algunas reglas de comunicación en las redes sociales.
1. Las redes sociales son plazas públicas. A partir de 2003, empezaron a tener audiencias “masivas”. En las redes sociales se dicen tonterías, e incluso hay gente que tiene en ellas conductas peligrosas. Pero también reflejan la sed humana de vínculos con otras personas, de amistad, de estar cerca unos de otros. A la vez, pueden reflejar simplemente vanidad o narcisismo. Es un mundo de paradojas.
2. Apuesta por una identidad. No debes padecer el “síndrome de Jason Bourne”, que ya no sabe quién es. Es necesario apostar por un perfil, por el tipo de persona que vas a ser. Puedes usar los medios sociales para suscitar inquietudes; compartir frases que invitan a la reflexión; hablar de Dios, de la Virgen, del Papa, de los ángeles y los santos, nuestros grandes amigos. El cristianismo te hace alegre, optimista, esperanzado. Eso es lo que hay que transmitir a otros.
3. Hablar de religión hace que aumente la audiencia: la religión fascina a las multitudes. Es útil estudiar a Juan Pablo II o Benedicto XVI como comunicadores: dan excelentes pistas para tu perfil en las redes sociales. No es del todo verdad que vayas contracorriente: el mundo “neopagano” carece de futuro porque es una civilización que ha agotado sus soluciones y respuestas. Además, es culturalmente inferior porque es individualista.
4. Cuenta hasta 10. Hay que usar las redes sociales con medida y reflexión. Para usarlas es necesario formarse. La adicción a la conexión y a la “popularidad” hace a las personas ineficaces e improductivas. Lo importante no es cuánta gente te sigue, sino quién te sigue y cómo les ayudas. A Justin Bieber también le sigue mucha gente: acaba de pasar de los 30 millones de seguidores. Está bien tener muchos seguidores, pero tener credibilidad y autoridad es mejor. La comunicación no es cuestión de medios, es cuestión de tener cosas que decir. Para conseguirlo, necesitas buenas fuentes de información.
5. Tienes que darte un poco de prisa. En los entornos digitales la velocidad es relevante. Hay ciclos de noticias, conversaciones en marcha… La “vida” de un post en Facebook es de 80 minutos. En Twitter, el 95% de los RT ocurren 60 minutos después de publicar. Las noticias sólo son noticias hoy. Las cosas tienen su momento, tienen sus horas, como los públicos. La rapidez y el sentido de la oportunidad son fundamentales. Hay que aprovechar las grandes fechas del calendario cristiano.
6. Antes de escribir, deberías hacerte preguntas como éstas: ¿Aporta luz y comprensión lo que escribo? ¿Voy a arrancar alguna sonrisa? ¿Voy a ayudar a pensar? Conviene hablar con respeto, pero la religión es un tema controvertido. Cuando se habla de religión se reciben críticas, pero también apoyos. No pasa nada.
7. No discutas ni te comportes como un troll. Tu timeline tiene que ser impecable, cuidando la calidad, evitando convertirte en “spamer” y siendo amable. Hay un mundo mejor y más bello, el de la cultura y el respeto, al que debes esforzarte por pertenecer. Hay que ganar los corazones, no las discusiones. No se trata de ganar a cualquier precio.
8. Usa fotos y vídeos. Es una civilización donde manda lo audiovisual. Sin imágenes no se comunica, y la religión es rica en imágenes. Hace unos meses, Benedicto XVI elogiaba la música de Bruckner, con palabras ricas en imágenes: es “como encontrarse dentro de una gran catedral, observando las imponentes estructuras de su arquitectura que nos envuelven, nos empujan hacia arriba y nos emocionan”. Es necesario buscar grandes imágenes. Piensa en la cruz, la “marca” más omnipresente de la historia.
9. Los que tenemos fe tenemos que apoyarnos y sostenernos mutuamente. Las redes sociales tienen también efecto de “comunicación interna”. Somos parte de una gran tradición y de un gran equipo, de una cadena enorme. Las cosas buenas que dices pueden animar a muchos y ayudarles a “salir del escondite”. Las redes sociales entusiasman, provocan movimientos y llevan a la acción “offline”. A lo mejor puedes movilizar energías que estaban dormidas, o confirmas a otros.
10. Lo importante no son las redes sociales sino comunicar con las personas, aportando sentido, significado y relevancia, curando corazones rotos y mentes desorientadas.Los medios sociales no son el único lugar, pero son un buen campo de acción. Con ellas, podemos contribuir a que nuestro "continente digital" sea un lugar un poco más habitable.

domingo, enero 20, 2013

Contradicciones de la subvención para la clase media

Contradicciones de la subvención para la clase media

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Académico de la Universidad Alberto Hurtado.
En un primer análisis, pareciera que se propone enriquecer la Ley de subvención escolar preferencia (SEP) que acordó un subsidio especial para los estudiantes que pertenecen a hogares situados en los quintiles I y II de la distribución del ingreso (el 40 % más pobre), generando un nuevo subsidio de un monto menor para el quintil que sigue (tercer quintil), que el proyecto identifica como “clase media”. Hasta acá todo parece razonable y equitativo, máxime que cuando estamos hablando acá de sectores medios nos estamos refiriendo a familias que tienen un ingreso familiar promedio bajo ($ 500.000 mensuales aproximadamente).
Esta nueva subvención les da más plata a los sostenedores y no les exige nada a cambio. Más aún, premia con este nuevo aporte a los sostenedores que atienden a estudiantes pobres (I y II quintil) y que, en su momento, decidieron no asumir los compromisos que implicaba ingresar a la SEP. En buenas cuentas, esta subvención resulta un beneficio claro para los sostenedores y no asegura ninguna ventaja a los estudiantes pobres a quienes está dirigida, ya que no garantiza ninguno de los bienes que la fundamentación del proyecto promete.
Sin embargo, una lectura más atenta permite ver que lo anterior es un espejismo y que se trata de una iniciativa muy distinta a la SEP. Por una parte, esta subvención no se circunscribe a los estudiantes del tercer quintil sino que puede ser recibida “por aquellos alumnos que no perciban subvención escolar preferencial, y cuyas familias sean caracterizadas dentro del 60 % más vulnerables del total nacional de familias”; en claro, alumnos del tercer quintil que antes no tenían derecho a las SEP y ahora podrán ser beneficiarios de esta nueva subvención y alumnos que perteneciendo a los dos primeros quintiles no eran objeto de subvención preferencial porque asisten a colegios cuyos sostenedores no entraron a la SEP porque no quisieron asumir las obligaciones asociadas, a saber, no estuvieron dispuestos a comprometerse con un proyecto de mejoramiento de la calidad y equidad de la educación ofrecida por sus establecimientos, ni a dejar de cobrar financiamiento compartido a los beneficiarios SEP.
¿Cuáles son las contradicciones de esta subvención para la clase media?
La justificación de la SEP fue clara: en los logros escolares no solo actúa la escuela sino que es también muy influyente el entorno familiar y social de los estudiantes. Siendo esto así y dado que se busca que todos los estudiantes, independientemente de su origen social, logren resultados semejantes en la escuela, es necesario darles un trato especial, de ahí el atributo de “preferencial”, a quienes vienen de familias más pobres y más alejadas de la cultura letrada. Hoy los establecimientos incorporados a la SEP que atienden a los estudiantes del 40 % más pobre perciben una subvención mensual de hasta $ 32.000 adicionales por estudiante (un 63 % más) y, a cambio, se comprometen a mejorar la educación que entregan y a no cobrar financiamiento compartido a los estudiantes SEP.
Esta nueva subvención les da más plata a los sostenedores y no les exige nada a cambio. Más aún, premia con este nuevo aporte a los sostenedores que atienden a estudiantes pobres (I y II quintil) y que, en su momento, decidieron no asumir los compromisos que implicaba ingresar a la SEP. En buenas cuentas, esta subvención resulta un beneficio claro para los sostenedores y no asegura ninguna ventaja a los estudiantes pobres a quienes está dirigida, ya que no garantiza ninguno de los bienes que la fundamentación del proyecto promete.
En efecto, el proyecto en su fundamentación expresa la necesidad de “exigir a todos los establecimientos escolares un compromiso de excelencia con sus estudiantes para que los nuevos recursos se traduzcan en impactos reales en la sala de clases”, pero estas exigencias no se materializan en el proyecto. Se reconoce que el costo de lograr “un mismo desempeño” es más alto, en promedio, para los niños vulnerables y se expresa la convicción que todos los alumnos pueden alcanzar buenos resultados, “siempre que se nivele la cancha para que exista una verdadera igualdad de oportunidades”. Sin embargo, a reglón seguido se valora el financiamiento compartido que va en una lógica opuesta a la de nivelar la cancha. En suma: hay dos lógicas: la de la igualdad (que en Chile no se cumple porque —lo subraya el proyecto— los más ricos tienen más plata para la educación de sus hijos) y otra éticamente muy exigente que es poner la igualdad en los resultados y no el tratamiento y, por tanto, diversificar los tratamientos dando más a los más pobres para avanzar hacia la igualdad de resultados. Lógica que el proyecto enuncia, pero que luego contraviene al aceptar el financiamiento compartido, cuyo principio es que quien más tiene más aporta y más recibe.

jueves, enero 17, 2013

MANIFIESTO POR UNA CULTURA LIBRE

Manifiesto de Swartz con el cual lanzó el movimiento de Open Access.
La información es poder. Pero como todo poder, hay aquellos que quieren quedarse con él. Todo el legado cultural y científico del mundo, publicado por siglos en diarios y libros, está siendo digitalizado y almacenado por un puño de corporaciones. ¿Quieres leer los trabajos con los resultados más importantes de la ciencia? Tendrás que enviar grandes cantidades a editoriales como Reed Elsevier.
Existen personas luchando para cambiar esto. El Open Access Movement ha luchado valientemente para asegurar que los científicos no firmen derechos de autor y en cambio se aseguren que su trabajo sea publicado en Internet, bajo términos que permitan a cualquiera tener acceso a él. Pero incluso en los mejores escenarios, esto sólo aplicará para publicaciones futuras. Todo lo que no ha sido publicado bajo este esquema se ha perdido.
Es un precio demasiado alto para pagar. ¿Forzar a académicos a pagar dinero para leer el trabajo de sus colegas? ¿Escanear bibliotecas enteras pero sólo permitir que la gente de Google los puedan leer? ¿Proveer artículos científicos a una élite de universidades del primer mundo, pero no a los niños del sur del mundo? Esto es indignante e inaceptable.
“Estoy de acuerdo”, muchos dicen, “¿pero qué puedo hacer? Las compañías detentan los derechos de autor, generan enormes cantidades de dinero cobrando accesos, y es perfectamente legal –no hay nada que podamos hacer para detenerlas”. Pero sí hay algo que podemos hacer, algo que ya estamos haciendo: oponernos a ellos.
Aquellos con acceso a los recursos –estudiantes, bibliotecarios y científicos– han recibido un privilegio. Pueden alimentarse de este banquete de conocimiento que el resto del mundo tiene vedado. Pero no deben –moralmente no pueden– mantener este privilegio para sí mismo. Tienen un deber de compartirlo con el mundo. Y tienen una forma: compartir contraseñas con colegas, llenar peticiones de descargas para amigos
[...] Pero toda esta acción ocurre en la oscuridad, oculta en lo subterráneo. Es llamada robo o piratería, como si compartir una riqueza de conocimiento fuera el equivalente a saquear una nave y asesinar a su tripulación. Pero compartir no es inmoral –es un imperativo moral. Sólo aquellos cegados por la ambición impedirían que un amigo hiciera una copia.
Las grandes corporaciones, desde luego, están cegadas por la ambición. Las leyes con las que operan lo requieren –sus accionistas se amotinarían si fuera de otra forma. Y los políticos que han comprado los apoyan, pasando leyes que las dan poder exclusivo sobre quién puede hacer copias.
No hay justicia en seguir leyes injustas. Es tiempo de aclarar las cosas, en la gran tradición de la desobediencia civil, y declarar nuestra oposición a este robo privado de la cultura pública.
Debemos tomar la información, donde sea que esté almacenada, hacer copias y distribuirlas por el mundo. Debemos de tomar el material que ya no tiene copyright y añadirlo al acrhuvo. Debemos comprar bases de datos secretas y subirlas a la red. Debemos de descargar publicaciones científicas y subirlas a la redes de compartición de archivos.Debemos de luchar por el Guerrilla Open Access.
Con suficientes de nosotros, en todo el mundo, no sólo enviaremos un mensaje fuerte en contra de la privatización del conocimiento –haremos que sea una cosa del pasado. ¿Te unirás a nosotros?
Aaron Swartz, julio 2008, Eremo, Italia

EN MEMORIA DE UN GRANDE


UN GRANDE DE VERDAD

 

Escribo ciertamente impresionado por la infortunada determinación de Aaron Swartz, que teniendo 26 años, habiendo contribuido tanto a las tecnologías de la comunicación vía internet, determinó  quitarse la vida. Es evidente  que alguien como él pudo llegar a ser el hombre más significativo de la comunicación informática del mundo, porque su genialidad, que ya demostró con creces, estaba recién empezando a demostrarse.

Un amigo me preguntó : ¿cómo tienes tanta cercanía, con un muchacho que parece tan distante de tus intereses?. La verdad es que estamos más cerca que lo que muchos pueden imaginarse:

1.- Primero desde pequeño se jugó por aportar para los demás.

2.- Pudo ingresar al sistema y convertirse en un gran millonario de la tecnología, pero él no era un comerciante,  era un creador y un humanista profundo.

3.- Era partidiario que el conocimiento, las artes, la ciencia y la cultura en general, fueran para mejorar el mundo y no para comerciar.

4.- Aportaba ideas que ciertamente chocaban con el sistema y la idolatrada propiedad intelectual que tanto defienden, las grandes editoriales, la industria cinematográfica, la farmacéutica, la informática, y otras que construyen grandes imperios en poco tiempo teniendo como base la especulación y los sobreprecios. El sistema norteamericano y las personas que lo empujaron deben responder por su falta de humanidad.

Es por ello que hoy, quiero llamar la atención para que las ideas de Aaron se comenten, se recuerden y como seguramente lo habría querido se pongan en práctica.

 

                                                                                      José Isert Arriagada

sábado, enero 12, 2013

HIMNO COTIDIANO

 
Con los primeros versos de este poema de Gabriela Mistral iniciamos cada día, lo comparto con cariño para todos uds.jia
 
 En este nuevo día
que me concedes, ¡oh Señor!,
dame mi parte de alegría
y haz que consiga ser mejor.
 Dame Tú el don de la salud,
la fe, el ardor, la intrepidez,
séquito de la juventud;
y la cosecha de verdad,
la reflexión, la sensatez,
séquito de la ancianidad.
 Dichoso yo si, al fin del día,
un odio menos llevo en mí;
si una luz más mis pasos guía
y si un error más yo extinguí.
 Y si por la rudeza mía
nadie sus lágrimas vertió,
y si alguien tuvo la alegría
que mi ternura le ofreció.
 Que cada tumbo en el sendero
me vaya haciendo conocer
cada pedrusco traicionero
que mi ojo ruin no supo ver.
 Y más potente me incorpore,
sin protestar, sin blasfemar.
Y mi ilusión la senda dore,
y mi ilusión me la haga amar.
 Que dé la suma de bondad,
de actividades y de amor
que a cada ser se manda dar:
suma de esencias a la flor
y de albas nubes a la mar.
 Y que, por fin, mi siglo engreído
en su grandeza material,
no me deslumbre hasta el olvido
de que soy barro y soy mortal.
 Ame a los seres este día;
a todo trance halle a luz.
Ame mi gozo y mi agonía:
¡ame la prueba de mi cruz!

miércoles, enero 09, 2013

HAY DE MI SI NO TRABAJO POR LA PAZ

Un paso adelante resulta la declaración del Comité Permanente del Episcopado chileno. Es bueno partir con propuestas e ideas y luego irlas poniendo en acción, para que encontremos la paz que la inmensa mayoría desea, justicia, equidad, respeto y dignidad.

“Felices los que trabajan por la paz” (Mt 5,9) Declaración del Comité Permanente del Episcopado

1. La situación que vivimos en la Araucanía nos causa honda preocupación. Nos conmueve la tragedia que impacta el comienzo de este nuevo año, y también nos inquieta la prolongada situación de los pueblos originarios cuyas justas demandas “exigen reparar siglos de marginación e injusticia” (Carta Pastoral Humanizar y compartir con equidad el desarrollo de Chile, IV 1).

2. En esta hora se necesita la mayor consecuencia, particularmente de quienes ejercen cargos públicos, para condenar, en palabras y hechos, en público y en privado, con claridad y energía toda violencia, la de ayer y la de hoy, así como del mismo modo la injusticia que está en la raíz de este histórico conflicto.

3. Las dos nuevas víctimas que arrebata la violencia vienen a aumentar un fatídico saldo de muerte en los últimos años. La Araucanía no merece más muerte ni atropellos. En nada ayuda estigmatizar a grupos humanos ni militarizar la región. Es necesario avanzar hacia pasos concretos para erradicar la violencia con profundo respeto a la vida humana y la dignidad de las personas, sus comunidades y con pleno reconocimiento a su propia cultura.

4. El Papa nos invitaba a hacer nuestra, en el despertar del Año Nuevo, la bienaventuranza de Jesús “felices los que trabajan por la paz”. Sabemos que la paz es fruto de la justicia y requiere un trabajo perseverante y de todos.

5. Confiamos en que las autoridades, los dirigentes de la sociedad y representantes de las comunidades sabrán encauzar estos anhelos, acogiendo los aportes de todos, actuando con ponderación y cordura, ayudando a las mejores decisiones y privilegiando siempre el respeto y el diálogo como vía de resolución de conflictos. De parte nuestra, comprometemos nuestra colaboración en este propósito.

6. Que Dios misericordioso traiga consuelo a quienes sufren hoy y a quienes vienen sufriendo la injusticia durante años. Y por la intercesión del beato mapuche Ceferino Namuncurá, reafirme en esta región y en todo el país nuestra genuina vocación de paz.

EL COMITÉ PERMANENTE DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL DE CHILE

martes, enero 08, 2013

SOCRATES EN LA ARAUCANÍA


Sócrates en la Araucanía

Hoy reitero este comentario, dado que por lo que he visto y oído hace mucha falta más prudencia, más bondad, más acciones de acercamiento para no transformar el problema de la Araucanía en un conflicto como el de los Judíos y palestinos.

 
Se dice que Sócrates aplicaba tres filtros a quienes le llevaban alguna información o comentario. Cuando opinemos o escribamos sobre el conflicto de la Araucanía debemos usarlos:

Primero: la verdad

 ¿estás absolutamente seguro de que lo que vas a decir es cierto?, ¿ o simplemente es lo que sientes llevado por tus emociones?

Segundo: la bondad

¿Es algo bueno lo que vas a decirme? ¿Mejorará la situación a partir de tus palabras?. o ¿Tus palabras descalificarán, creando más resentimiento?

 Tercero: la utilidad

 ¿Será útil  lo que vas a decir ? ¿Ayudará a calmar los ánimos, a pensar con ponderación y actuar con justicia? 

.¿ Podremos avanzar con tus palabras hacia una solución que ayude a la paz y la tranquilidad de todos?.

            Entonces la próxima vez que hablemos o escribamos sobre este tan largo y doloroso conflicto, hablemos con  verdad, con bondad y pensando en la utilidad de nuestras palabras.

            Ya hemos escuchado y leído, de una y otra parte, muchas declaraciones y entrevistas con miradas parciales,  descalificaciones, sin bondad y absolutamente inútiles para buscar la verdadera y necesaria solución.

            La inmensa mayoría buscamos  paz, tranquilidad,  justicia y  la dignidad de todos, caminemos juntos en la construcción de un mundo mejor.

 

                                                             José Isert Arriagada

domingo, enero 06, 2013

El vivir en la competencia no hace que hagamos mejor las cosas


El biólogo y pensador Humberto Maturana conversó en GPS sobre el comienzo de 2013 desde una perspectiva humana. Comentó, entre otras cosas, que "vivimos en una cultura de la competencia. De ganar, del progreso, del éxito, del competir".
"La competencia efectivamente implica la negación de lo que uno hace, porque uno hace las cosas en función de lo que hace otro. Lo que guía mi hacer no es lo que yo quiero, sino lo que el otro hace. Por eso digo que cuando hay un partido de fútbol, el que pierde es el más importante. Porque si alguien no pierde, el otro no gana", explicó.
En esa misma línea, argumentó que "como estamos centrados en esta idea de que hay que competir, hay que ganar, hay que ser mejor que otro y hay que lograr, siempre estamos en esta situación en que estamos negando a los demás, para nosotros poder lograr algo. Porque pensamos o actuamos como si el lograr algo en términos de la calidad de nuestro hacer dependiese del otro. Y no es cierto".
Pero explicó también que no dejan de haber opciones para vivir distinto: "No estamos condenados, afortunadamente. Siempre podemos reflexionar. La reflexión consiste en que uno se detiene un instante a mirar lo que está haciendo y se pregunta '¿me gusta lo que estoy haciendo o no?'. Pero tengo que mirarlo. Y para mirarlo, tengo que detenerme. En ese acto de reflexión se abre la posibilidad de cambiar de dirección, de darse cuenta de que en realidad no quiero lo que estoy haciendo".

"Este vivir en la competencia, en la lucha, en el esfuerzo continuo del éxito, no hace que hagamos mejor las cosas, no abre espacios de reflexión que nos permitan escoger un camino u otro según lo que queremos vivir", añadió

martes, enero 01, 2013

Volver a Jesús es tarea urgente de la iglesia actual

… El hombre moderno en crisis necesita conocer una Iglesia cercana y amiga, que sepa acoger, escuchar y acompañar….

 

 Necesitamos un “corazón nuevo” para engendrar de manera nueva la fe en Jesucristo en la conciencia moderna….
… Este esfuerzo por aprender a pensar, sentir, amar y vivir como Jesús debería estar en el centro de las comunidades….
… La primera tarea de todos es ir creando comunidades y parroquias responsables. Todos somos necesarios a la hora de pensar, proyectar o impulsar la conversión a Jesucristo….
…Necesitamos urgentemente movilizarnos y aunar fuerzas para centrar a la Iglesia con más verdad y fidelidad en la persona de Jesús y en su proyecto del reino de Dios…
… creo que lo más urgente es impulsar la conversión al Espíritu que animó la vida entera de Jesús. Volver a las raíces, a lo esencial, a lo que Jesús vivió y contagió…
… Una Iglesia preocupada por la felicidad de las personas, que acoge, escucha y acompaña a cuantos sufren; a la que la gente reconoce como “amiga de pecadores”. Una Iglesia donde la mujer ocupe el lugar querido realmente por Jesús. Una Iglesia más sencilla, fraterna y buena, humilde y vulnerable, que comparte las preguntas, conflictos, alegrías y desgracias de la gente….
… El hombre moderno en crisis necesita conocer una Iglesia cercana y amiga, que sepa acoger, escuchar y acompañar….
… Hemos de impulsar la creatividad para experimentar nuevas formas y lenguajes de evangelización, nuevas propuestas de diálogo con gentes alejadas, espacios nuevos de responsabilidad de la mujer, celebraciones desde una sensibilidad más evangélica… Creo que hemos de dedicar más tiempo, oración, escucha del evangelio y energías a descubrir llamadas y carismas nuevos para comunicar hoy la experiencia de Jesús….
… Hemos de recuperar y dar más relevancia a la experiencia fundante que vivieron junto a Jesús los primeros discípulos, y, sobre todo, a la enseñanza de su estilo de vida. Hemos de aprender a creer desde la sensibilidad, la inteligencia y la libertad de nuestra cultura contemporánea: poner el Evangelio en contacto con las preguntas, miedos, aspiraciones, contradicciones, sufrimientos y gozos de nuestros tiempos….