Desde mi orilla

Misioneros

Hace un par de días que el Papa Benedicto XVI pidió a más de un millón de participantes en la misa de clausura de las Jornadas Mundiales de la Juventud que se conviertan en los nuevos misioneros en un mundo que se olvida de Dios. Las imágenes de la televisión, las fotografías de los diarios y revistas han creado un banco de información importante e imborrable en nuestros cerebros, pero las palabras del Santo Padre urgen a los jóvenes en particular y a todos los católicos en general, a ser misioneros en todas partes y en cualquier tiempo.
"Quien ha descubierto a Cristo debe llevar a otros hacia Él. Una gran alegría no se puede guardar para uno mismo. Es necesario transmitirla".
En su homilía, el obispo de Roma nos confirmó que "en numerosas partes del mundo existe hoy un extraño olvido de Dios. Parece que todo puede funcionar del mismo modo sin Él. Pero al mismo tiempo existe también un sentimiento de frustración, de insatisfacción de todo y de todos".
"Dan ganas de exclamar -confesó-: ¡No es posible que la vida sea así! Verdaderamente no. Y de este modo, junto al olvido de Dios existe como un "boom" de lo religioso", aclaró, desenmascarando el riesgo de que la religión se convierta en "un producto de consumo".
"Se escoge aquello que place, y algunos saben también sacarle provecho. Pero la religión buscada a la "medida de cada uno" a la postre no nos ayuda. Es cómoda, pero en el momento de crisis nos abandona a nuestra suerte". El Papa pidió a los jóvenes congregados en Colonia ayudar "a los hombres a descubrir la verdadera estrella que indica el camino: ¡Jesucristo!".
No puede ser tarea sólo de los jóvenes, mucho menos de aquellos que pudieron viajar hasta Colonia. Se trata de una tarea de todos los cristianos. No tenemos disculpa alguna para no ser audaces en señalar que Cristo es el Camino.
"Tratemos nosotros mismos de conocerlo cada vez mejor para poder guiar también, de modo convincente, a los demás hacia Él", exhortó.
Tarea ardua para todos: la jerarquía, los sacerdotes, diáconos, religiosos y religiosas y los laicos comprometidos. Hay que emplear nuevos métodos y medios; dar nuevos, mejores y más numerosos testimonios de consecuencia cristiana.
Como medios para descubrir y anunciar a Cristo, el Papa presentó la participación activa en la misa del domingo, el sacramento de la Reconciliación, la meditación de la sagrada Escritura, la lectura del "Catecismo de la Iglesia Católica". "¡Construid comunidades basadas en la fe !". Que simples e importantes insistencias del Santo Padre, esperamos que todos podamos crecer en la centralidad de Cristo, llevándolo a cada una de nuestras grandes y pequeñas acciones de cada día.