domingo, diciembre 30, 2012

Cristianos de verdad pónganse en marcha



 "Cuando los cristianos asumamos un rol activo y consecuente en la sociedad, daremos un paso hacia la construcción de El Reino de Dios" jia


Cada día estamos enfrentandonos a temas de crisis: crisis económica- financiera (para la mayoría);
crisis de la educación,  social, del matrimonio, de la familia, de la fe, profunda crisis de la Iglesia Católica (no sólo por la pedofilia), de autoridad, de valores, etc etc.
Sin embargo, en sociedades como la nuestra, tenemos una reserva moral , espiritual, valórica, social y humana; que resulta un tesoro oculto dentro de nuestros propios corazones.
La inmensa mayoría de los chilenos nos declaramos seguidores de Jesucristo, sin embargo callamos frente a minorías que no sólo atacan la Fe, si no también princios y valores fundamentales de nuestra sociedad.
Tenemos una mayoría arrinconada por una minoría que curiosamente vende más, tiene mayor cobertura en los medios de comunicación social, y finalmente con las complicidades indolentes de
los que callamos, de los políticos mercantiles, de los comerciantes de la prensa; se adjudican triunfos que ni siquiera ellos mismos pretendían.
Resultado: mayorías acatando lo impuesto por grupúsculos minoritarios que aparecen dándose nombre de organizacíones, movimientos, coordinadoras,ONG y otras figuras que mayoritariamente son la fachada vendedora.
Es tiempo que los cristianos hagamos de nuestra Fe Vida, asumamos consecuentemente nuestros principios, en el hogar, en la familia, en nuestros trabajos, en nuestras comunidades deportivas, educacionales, sindicales etc.
Valores y virtudes como la Solidaridad, la alegría de compartir, la justicia social,el respeto por cada uno de nuestros semejantes, tienen su base en Los Evangelios, son la enseñanza que Jesucristo nos dejó y que hoy tenemos la imperiosa obligación de ponerlos en práctica, estemos donde estemos.
No podemos esperar ni adormecernos esperando instrucciones de "superiores", simplemente tenemos las instrucciones del único Maestro que es Jesucristo.
Vivamos radicalmente nuestra Fe de cristianos y tranformemos el personalismo por la colaboración, el enriquecimiento por el compartir, la competencia por la solidaridad, el relativismo por nuestra Fe,
la injusticia por la equidad.
Cristianos, pongámonos de pie y sigamos de verdad a Jesucristo.
jia 2012

domingo, diciembre 16, 2012

UNA NOTICIA DIFERENTE




UNA NOTICIA DIFERENTE QUE SIN SER NOVEDAD DEBEMOS PONER EN PRACTICA:
PREDIQUEMOS Y PRACTIQUEMOS


16 de diciembre de 2012
3 Adviento (C)
Lucas 3, 10-18

En aquel tiempo, la gente preguntaba a Juan: «¿Entonces, qué hacemos?» El contestó: «El que tenga dos túnicas, que se las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo».
Vinieron también a bautizarse unos publicanos y le preguntaron: «Maestro, ¿qué hacemos nosotros?» El les contestó:
«No exijáis más de lo establecido».
Unos militares le preguntaron: «¿Qué hacemos nosotros?» El les contestó: «No hagáis extorsión ni os aprovechéis denadie, sino contentaos con la paga».
El pueblo estaba en expectación, y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos: «Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. El os bautizará con Espíritu Santo y fuego; tiene en la mano el bieldo para aventar su parva y reunir su trigo en el granero y quemar la paja en una hoguera que no se apaga». Añadiendo otras muchas cosas, exhortaba al pueblo y le anunciaba la Buena Noticia.


¿QUÉ PODEMOS HACER?
José Antonio Pagola

La predicación del Bautista sacudió la conciencia de muchos. Aquel profeta del desierto les estaba diciendo en voz alta lo que ellos sentían en su corazón: era necesario cambiar, volver a Dios, prepararse para acoger al Mesías. Algunos se acercaron a él con esta pregunta: ¿Qué podemos hacer?
El Bautista tiene las ideas muy claras. No les propone añadir a su vida nuevas prácticas religiosas. No les pide que se queden en el desierto haciendo penitencia. No les habla de nuevos preceptos. Al Mesías hay que acogerlo mirando atentamente a los necesitados.
No se pierde en teorías sublimes ni en motivaciones profundas. De manera directa, en el más puro estilo profético, lo resume todo en una fórmula genial: "El que tenga dos túnicas, que las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida, que haga lo mismo".

 Y nosotros, ¿qué podemos hacer para acoger a Cristo en medio de esta sociedad en crisis?
Antes que nada, esforzarnos mucho más en conocer lo que está pasando: la falta de información es la primera causa de nuestra pasividad. Por otra parte, no tolerar la mentira o el encubrimiento de la verdad. Tenemos que conocer, en toda su crudeza, el sufrimiento que se está generando de manera injusta entre nosotros.

No basta vivir a golpes de generosidad. Podemos dar pasos hacia una vida más sobria. Atrevernos a hacer la experiencia de "empobrecernos" poco a poco, recortando nuestro actual nivel de bienestar, para compartir con los más necesitados tantas cosas que tenemos y no necesitamos para vivir.
Podemos estar especialmente atentos a quienes han caído en situaciones graves de exclusión social: desahuciados, privados de la debida atención sanitaria, sin ingresos ni recurso social alguno... Hemos de salir instintivamente en defensa de los que se están hundiendo en la impotencia y la falta de motivación para enfrentarse a su futuro.

Desde las comunidades cristianas podemos desarrollar iniciativas diversas para estar cerca de los casos más sangrantes de desamparo social: conocimiento concreto de situaciones, movilización de personas para no dejar solo a nadie, aportación de recursos materiales, gestión de posibles ayudas...
La crisis va a ser larga. En los próximos años se nos va a ofrecer la oportunidad de humanizar nuestro consumismo alocado, hacernos más sensibles al sufrimiento de las víctimas, crecer en solidaridad práctica, contribuir a denunciar la falta de compasión en la gestión de la crisis... Será nuestra manera de acoger con más verdad a Cristo en nuestras vidas.

Contribuye a alentar la compasión hacia los que sufren. Pásalo.

 PARROQUIA DE SAN VICENTE MÁRTIR. UNIDAD PASTORAL ABANDO-ALBIA. PASTORAL BARRUTIA. BILBAO. Tfno. 94 423 12 96. Web: http://sanvicentemartirdeabando.org