lunes, septiembre 05, 2005


Hoy he recibido una colaboración importante del Padre Director del Instituto Salesiano de Valdivia- Chile, Patricio Troncoso González sdb., quien hace un aporte a las ideas y reflexión sobre el huracán Katrina, desde un punto de vista más allá de los simples datos. Aquí la publico con mucho gusto. jia2005
SUPERMAN DE VACACIONES

En estos días hemos sido testigos mudos, de la fuerza de la naturaleza. Nueva Orleans al sur de Estados Unidos, ha sufrido una prueba sin precedentes en la Historia de esa potencia mundial. El Huracán Katrina no sólo se ha ensañado con las construcciones y vidas de un segmento de la sociedad más postergado de esa nación; sino también con el orgullo de quienes han puesto su seguridad en donde no está: la riqueza.

Huracán Katrina fue un gran ciclón tropical que asoló el sur y el centro de los Estados Unidos en agosto de 2005. Produjo grandes destrozos en Florida, Bahamas, Louisiana y Mississippi, incluyendo cuantiosos daños materiales y graves inundaciones. Tocó tierra de la costa de Louisiana el 29 de agosto convertido en un huracán categoría 4, y a pesar de que en el último momento se desvió ligeramente de su ruta que atravesaba directamente la ciudad de Nueva Orleans, se produjo gran devastación en la misma y en áreas aledañas. Por los daños producidos, se convirtió en uno de los huracanes más intensos en Estados Unidos en la historia reciente, y quizás sea el mayor desastre natural en la historia de ese país. Katrina es el cuarto huracán de la temporada de huracanes del Atlántico de 2005.

Mientras vemos a través de los años como Estados Unidos, que se ha denominado a sí mismo como garantes de la libertad y “salvadores de las injusticias” presentes en el mundo entero; sin embargo llama profundamente la atención como al sufrir sus propios ciudadanos, los tormentos de una prueba tan grande, no han sido capaces de dar respuesta al dolor de quienes están allí mismo.. Sin embargo, y como una contradicción vital, vemos como el poderío de fuerzas militares y de recursos tecnológicos y bélicos están esparcidos en todo el mundo defendiendo causas que no son del todo justas ni justificadas. Vemos como esta potencia impone sus criterios, anteponiendo sanciones y castigos a quienes no responden a su voluntad.

Pareciera que el héroe “Super Man”, con el cual crecimos todos los niños de una época estuviera de vacaciones. Sí, me parece que es un golpe no querido por los hombres de bien, pero necesario para golpear al gigante que tiene puesta su seguridad en su modelo económico y su “superioridad” y no en lo que es lo fundamental: Dios.

“Nadie da aquello que no tiene o que no ha descubierto”, Estados Unidos, no puede seguir confiando en su poderío si este no ha servido para mitigar el dolor de los suyos, no puede ser salvador del mundo, sino es capaz de salvarse así mismo.

El Orgullo es un pecado que va endureciendo el corazón a tal punto de no reconocer lo bueno, lo noble, lo justo, presente en el otro, transformando a todos como potenciales enemigos. Es el principio de la decadencia de un modelo que deshumaniza y hace perder el camino de verdadera felicidad.

Confío en que Estados Unidos sabrá, responder con sabiduría, al ofrecimiento de los 1100 médicos cubanos ofrecidos por Fidel Castro para responder y mitigar el dolor de los que sufren y no responda orgullosamente pensando una vez más en sus intereses mezquinos, hipotecando el bien de los más pobres y olvidados, los cuales no han sentido la solidaridad de sus propios hermanos estadounidenses.
P. Patricio Troncoso González sdb.

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