Un cariñoso saludo a los profesores de Chile, tengan la certeza que vuestro trabajo es el más noble que puede existir.
Se puede forjar fierro, cuidar animales, cultivar plantas, sacar minerales de la tierra; pero ayudar a crecer a las personas es algo incomparablemente delicado, casi siempre incomprendido, pocas veces reconocido; pero esos elementos hacen todavía más valiosa esta profesión.
Hoy les adjunto un poema de Gabriela Mistral , que pese al tiempo resulta actual.
Se puede forjar fierro, cuidar animales, cultivar plantas, sacar minerales de la tierra; pero ayudar a crecer a las personas es algo incomparablemente delicado, casi siempre incomprendido, pocas veces reconocido; pero esos elementos hacen todavía más valiosa esta profesión.
Hoy les adjunto un poema de Gabriela Mistral , que pese al tiempo resulta actual.
La maestra rural
La maestra era pura.
«Los suaves hortelanos», decía,
«de este predio, que es predio de Jesús,
han de conservar puros los ojos y las manos,
guardar claros sus óleos, para dar clara luz».
La maestra era pobre.
Su reino no es humano.
(Así en el doloroso sembrador de Israel.)
Vestía sayas pardas, no enjoyaba su mano
y era todo su espíritu un inmenso joyel!
La maestra era alegre.
¡Pobre mujer herida!
Su sonrisa fue un modo de llorar con bondad.
Por sobre la sandalia rota y enrojecida,
era ella la insigne flor de su santidad. (Leer más)
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