jueves, enero 17, 2013

EN MEMORIA DE UN GRANDE


UN GRANDE DE VERDAD

 

Escribo ciertamente impresionado por la infortunada determinación de Aaron Swartz, que teniendo 26 años, habiendo contribuido tanto a las tecnologías de la comunicación vía internet, determinó  quitarse la vida. Es evidente  que alguien como él pudo llegar a ser el hombre más significativo de la comunicación informática del mundo, porque su genialidad, que ya demostró con creces, estaba recién empezando a demostrarse.

Un amigo me preguntó : ¿cómo tienes tanta cercanía, con un muchacho que parece tan distante de tus intereses?. La verdad es que estamos más cerca que lo que muchos pueden imaginarse:

1.- Primero desde pequeño se jugó por aportar para los demás.

2.- Pudo ingresar al sistema y convertirse en un gran millonario de la tecnología, pero él no era un comerciante,  era un creador y un humanista profundo.

3.- Era partidiario que el conocimiento, las artes, la ciencia y la cultura en general, fueran para mejorar el mundo y no para comerciar.

4.- Aportaba ideas que ciertamente chocaban con el sistema y la idolatrada propiedad intelectual que tanto defienden, las grandes editoriales, la industria cinematográfica, la farmacéutica, la informática, y otras que construyen grandes imperios en poco tiempo teniendo como base la especulación y los sobreprecios. El sistema norteamericano y las personas que lo empujaron deben responder por su falta de humanidad.

Es por ello que hoy, quiero llamar la atención para que las ideas de Aaron se comenten, se recuerden y como seguramente lo habría querido se pongan en práctica.

 

                                                                                      José Isert Arriagada

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