sábado, agosto 27, 2005


Alberto Hurtado y el seguimiento de Cristo

En Chile y el mundo se habla de la solidaridad, hoy tenemos un modelo que camina hacia la santidad. Un recuerdo para Raúl Silva , Clotario Blest y tantos otros anónimos que también lucharon por hacer el mundo más justo.
Editorial del obispo de San Bernardo en «Humanitas»

SANTIAGO DE CHILE, viernes, 26 agosto 2005 (
ZENIT.org).- Publicamos el editorial que publica la última edición (julio-septiembre) de la revista de antropología y cultura cristiana «Humanitas» (http://www.humanitas.cl), dedicado de manera particular al futuro santo Alberto Hurtado (1901-1952). Está firmado por monseñor Juan Ignacio González Errázuriz, obispo de San Bernardo (Chile).
Alberto Hurtado y el seguimiento de CristoBajo la cúpula de San Pedro y sobre los restos del primer Papa, Benedicto XVI proclamará solemnemente la santidad de un chileno, hijo predilecto de nuestra tierra, que amó por sobre todas las cosa a Dios, fue un enamorado de Jesucristo y sirvió como pocos a esta patria chilena, especialmente en los más pobres y desamparados. Como todos los santos, la vida de Alberto Hurtado Cruchaga fue el paso de Dios entre los hombres y de tal manera se asemejó al único Maestro, que su presencia, su enseñanza y su acción apostólica quedó grababa para siempre en la vida de Chile y en el corazón de muchas personas, algunas de las cuales desfilan con su recuerdo por las páginas de esta edición de «Humanitas» dedicada a nuestro Santo. Alberto Hurtado no es santo por sus obras, por su fuerte llamado a la justicia, por la denuncia de las inequidades de nuestra sociedad o por las innumerables conversiones y vocaciones a la vida religiosa que su paso nos dejó. Alberto Hurtado es santo porque amó con heroica virtud a Dios, a Jesucristo a María, a la Iglesia Católica y a la Compañía de Jesús de la cual fue un hijo fidelísimo y desde ese amor e impulsado por él, amo a sus hermanos. Qué necesario es que sepamos mostrar a los santos como fueron, en todas sus dimensiones, facetas y enseñanzas y qué delicado es parcelar esa visión, truncar su figura y quitarles esa luz de Dios que nos traen los santos y nos ayudan a alumbrar los caminos oscuros de nuestro mundo. ( Leer más )

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