viernes, agosto 12, 2005


La libertad de expresión y el derecho de informar la verdad nos parecen connaturales a la persona humana, sin embargo la realidad mundial dista mucho de estos derechos humanos elementales.
Asia Oriental y Oriente Medio son las peores regiones del mundo

Reporteros sin Fronteras publica su tercera clasificación mundial de la libertad de prensa. En Asia Oriental (Corea del Norte, en última posición, 167 ; Birmania, 165 ; China ; 162 ; Vietnam, 161 ; Laos, 153) y en Oriente Medio (Arabia Saudí, 159 ; Irán, 158 ; Siria, 155 ; Irak, 148), es donde la libertad de prensa se encuentra más amenazada. En esos países, la libertad de prensa es simplemente inexistente y los periodistas están sometidos a represión y censura cotidianas. Allí no están garantizadas ni la libertad de información ni la seguridad de los periodistas. En Irak, la guerra que perdura es la más asesina de los últimos años para la profesión (han matado a 44 periodistas desde el comienzo del conflicto, en marzo de 2003).
Desgraciadamente existen en el mundo muchos otros puntos negros para la libertad de prensa. Cuba (166) es, después de China, la mayor cárcel del mundo para los periodistas (con 26 detenidos). Desde la primavera de 2003, esos periodistas independientes se pudren en las cárceles, tras haber sido condenados a penas que van de 14 a 27 años de reclusión.
En Turkmenistán (164) y Eritrea (163), no existe ninguna prensa privada. Los habitantes de esos países no tienen más fuente informativa que los medios de comunicación del Estado, dóciles reproductores de la propaganda oficial.

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